martes, 19 de diciembre de 2023

PROFUNDIDADES DE LA DERROTA HISTÓRICA DEL PODER Y SU DEMOCRACIA EUNUCA

Por Fernando, Secretario General del Movimiento Juvenil Lautaro

Esta democracia eunuca ya ha superado con creces cualquier guion del realismo mágico, no cabe duda que en las latitudes del País de Los Negocios y de la institucionalidad se está viviendo en Macondo, una suerte de entrecruces de inconexiones y de comportamientos que simplemente ocurren solo en esta franja larga y ancha de tierra. No tengo duda alguna que la democracia chilena ha de ser el hazmerreír en la comunidad internacional, mirado desde afuera debe ser muy difícil de comprender lo chabacano de la institucionalidad criolla y la majamama en que está sumergida esta democracia decrepita. 

Para la democracia chilena, una derrota histórica y descomunal se puede entender como una victoria para ciertos sectores; es en Chile donde el Partido Comunista llama a defender el legado constitucional del Dictador y vota en sintonía con sectores de la “ultraderecha”( Lautaro Carmona y Rojo Edwards votaron lo mismo); es en este Chile actual donde sectores antifascistas llaman a votar “En Contra” y se encuentran en la misma vereda electoral de su contraparte directa, los sectores fascistas (“Pancho Malo”). En Chile es donde sectores de la izquierda tradicional, el centro político y sectores de la derecha, votan en sintonía por el “A Favor”. Es en este país donde la democracia ni siquiera se sonroja en despilfarrar 150 mil millones de pesos en un proceso fracasado de cuatro años y no tiene tapujo en llamar a votar por su democracia rancia donde el Empresariado comete fraudes históricos, los domésticos de las fundaciones abundan y donde el escenario de la política es una verdadera telenovela que ya dejó chica a cualquier versión centroamericana. Es en este Chile donde la nueva renovación socialista es tan chiquita en su mirada y apuesta, que no tiene tapujo de cambiarse de lado de la vereda acorde de los cálculos políticos electorales, de la nada pasaron de un ferviente llamado a votar nulo a el En Contra, cuadrándose con los que dicen combatir. 

Más allá de la verborrea barata que abundará analizando resultados donde todos ganan, la verdad de la milanesa es que estamos en presencia de una derrota sustancial, descomunal, estratégica e histórica de la democracia eunuca. Esta derrota se puede mirar en un tramo más largo y en otro más inmediato, más reducido a lo ocurrido en el plebiscito de ayer.

Si uno mira el proceso constitucional de y para el poder, ese que comenzó el 15 de noviembre de 2019 con el Acuerdo de Paz de la clase política y que culminó el día de ayer con el rechazo a una nueva propuesta de constitución, el único logro que obtuvo la democracia fue mantenerse en el poder –a duras penas- pero todo lo demás fue de un fracaso grotesco, no lograron ninguno de sus objetivos trascendentales. 


El capitalismo criollo ha quedado nuevamente estacando en su apuesta de mutación, está atrasado en aquel propósito que se le viene cuesta arriba en los próximos años, generándole un desfase notorio con lo ocurriendo en el mundo donde el nuevo modelo ya comienza a dejar atrás por completo el neoliberalismo, es decir, el capitalismo nacional queda anclado en su versión tercermundista y subdesarrollada. Una nueva constitución para ellos es vital, una nueva jurisprudencia es parte del andamiaje que sostiene su apuesta del Chile Desarrollado. Es falso que al País de Los Negocios les acomode la constitución de Pinochet, quizás a ciertos sectores recalcitrante de la ultraderecha, en su ceguera ideológica apuesten a ello pero como clase dominante es obvio que la constitución del 80’ les quedó corta para los nuevos requerimientos que necesitan. Es por ello, que este atraso lo querrán subsanar a través del Congreso, como estaba previsto, hoy la clase política entra a realizar las modificaciones constitucionales que requieren a través de su Hemiciclo trunco. Sin duda que pueden avanzar al respecto pero claramente no será lo mismo, será un proceso plano, engorroso que se les puede enredar y que no tendrá el elemento central y fundamental que necesitan, el que las grandes mayorías vibren con el relato del Chile Desarrollado, eso les va a pesar enormemente.  

Un segundo elemento de esta derrota en su mirada de tramo, es que la crisis de legitimidad y hegemónica del poder se profundiza, no lograron instalar un nuevo relato de dominación coactiva (Chile en vías de Desarrollo), la debacle de la democracia decrepita se acelera, quedando en un vació institucional que es como un forado gigantesco que tiene como contraparte los productos del Corte Histórico del País Popular, que potenciados y acelerados, tienen todas las posibilidades ciertas para establecerse como contrapunto contrahegemónico con el poder, situación la cual la saben y le temen crecientemente. Se profundiza el desencajo absoluto entre el sentido común con la élite, los procesos, las apuestas, las urgencias y necesidades son totalmente disímiles, no tienen punto de encuentro loable. Esta situación genera que la concepción de democracia que oferta y defiende el poder, este cuestionada profundamente por el sentido común, lo que ya está a flor de piel en el cotidiano, que quizás no se verbaliza como posición pero que si opera como tal. Aquí estaría faltando el famoso proceso de agigantar que esta realidad, presente y extendida en el País Popular, se transforme en posición/trinchera, para ello es necesario que lo “popular en sí” comience a pasar a ser “popular para sí”. Se vienen tiempos cruciales en el rol de los sectores avanzados, que deben vivir evidentemente procesos de cualificación en su modo de ser y hacer revolucionario, es lo que nosotros como Lautaro llamamos el “Estirón de lo subversivo y de lo popular”.

Un tercer elemento en esta mirada de tramo, es que el gobierno del cagón señorito Boric ha muerto políticamente por tercera vez y me da la impresión que en esta oportunidad no habrán esfuerzos en pretender revivirlo, lo dejarán allí pastando pero totalmente superado por nuevas urgencias que tendrá la clase política. La primer muerte política fue el 5 de julio de 2022 que se materializó la noche del 4 de septiembre de ese mismo año, luego del plebiscito de salida; la segunda muerte fue cuando estalló el caso fundaciones y el sentido común conoció en todo su esplendor a los “domésticos de Ñuñoa”; y la tercera muerte es la acontecida ayer, donde todo el “programa” de gobierno quedó hecho añicos, pisoteado ya por ellos mismos. En las dos primeras muertes, la clase política buscó resucitarlo porque no lo pueden sacar, el costo para el Republica sería irreparable. En esta oportunidad, desde hoy mismo se entra con todo en las próximas elecciones presidenciales, con énfasis en su entremés Municipal.

Y por último, en esta mirada más general, la democracia cagona se ha quedado sin rumbo, sin carta de navegación, creándose una diáspora política donde cada sector va a priorizar por su cuota de poder de sus feudos. Las incertidumbres se acrecentarán, los procesos de transformación se le vendrán encima, acecharan al poder, quedando con poca capacidad de maniobra en estos dos años y que serán fundamentales para el choque de clases en los albores del 2030. 

En síntesis, la derrota democrática es descomunal, de magnitud de grandes proporciones, que trunca los procesos del capitalismo y potencia las posibilidades ciertas para que los procesos insurreccionales de masa se potencien, tienen cancha y tiro para que aquello ocurra y de hacerlo bien, esto debiese expresarse con contundencia mayor en las cercanías del 2030. Esta fecha no es antojadiza, es una estimación que hacemos como Lautaro en el sentido que hay un conjunto de procesos de los pueblos y del capitalismo que debiesen decantar en esa fecha, bajo el marco del fracaso absoluto de la agenda 2030 (a nivel mundial).

En la mirada más inmediata referido a lo ocurrido ayer en el plebiscito cagón, es que este conjunto de procesos mencionados no solo se confirman sino que tienden a acentuarse. Para mirar lo ocurrido ayer, hay que salirse de ese subterfugio indecoroso de análisis rebuscados y con claro tinte de falsa disputa institucional entre izquierda y derecha. Ayer se materializó en carne y hueso la derrota de la democracia eunuca, aquella que el poder hace dos meses ya había reconocido como tal públicamente. La derrota es de ellos, por más que buscarán endosársela a lo popular, no hay duda alguna que está circunscrita a una apuesta fracasada de la democracia por donde se le mire. 

Ayer se duplicaron las justificaciones para no ir a votar, hay gente que prefirió mamarse la cola de la comisaria, que era más larga, que la de un centro de votación. Un 15% (más de un millón de personas) del padrón electoral no fue a votar, cifra importante en una votación obligatoria. El 5% voto nulo y blanco, es imposible interpretar  la distribución porcentual entre A Favor y En Contra, varios – por oportunismo electoral- pretenderán darle una interpretación forzada pero lo que se comprobó ayer –nuevamente- es que las elecciones han perdido en absoluto en ser expresión de posición ideológica como en décadas pasadas. El comportamiento del voto es circunstancial, lo que es sin duda expresión de la lejanía del sentido común con el hito fundamental de la democracia y un agotamiento claro con esta.

En resumidas cuentas, hay cerca de un 20% del padrón electoral, que por distintas motivaciones no atribuibles a un solo factor, no pesco las elecciones, que seguramente es más amplio y está camuflado en el “A favor” y en el “En Contra”. Si a esta se le suma uno de los protagonistas de la generación de contrapuntos con esta democracia: El Gigante Estudiantil (que en su mayoría por edad no está habilitado a votar), el peso de la lápida de la democracia se incrementa sustancialmente.

Referido a las menudencias, la diferencia entre A favor y En Contra es menor a la de Rechazo y Apruebo del año pasado, lo que indica que si bien la opción de los republicanos fue votada en contra no significa que esa franja de la derecha este completamente derrotada. La derecha no logró la cohesión que necesitaba y esas diferencias se acentuarán pero es un error situarlo como una derrota contundente, más bien es la posibilidad para que los sectores tradicionales ensanchen sus posibilidades. La renovación socialista fue un chiste, comenzó el año haciendo énfasis en el voto nulo porque el proceso era antidemocrático pero terminó votando “En Contra” (mal ojo), cambio que la única explicación loable que se le puede otorgar es su preocupación en las próximas Municipales. 

En fin.

Lo Propio Popular salió victorioso, no solo por la derrota histórica y estratégica del poder sino que porque también logró llegar bien posesionado al decante del punto de inflexión. Todos los momentos que tuvo esta disputa entre lo popular y el poder (elecciones de mayo, maceración de la posición entre junio y agosto y la recta final, con su énfasis en los 50 años del golpe militar y en la última semana, de remache) fueron de victoria popular. Es innegable que se logran potenciar las posibilidades ciertas para el desate de los procesos insurreccionales de masas. El desafío está en aconchar bien esta contundente Victoria Popular, transmitirla como tal, apropiarse de ella y estar a la altura de los nuevos escenarios que abre este triunfo del Gigante Popular. 

En lo inmediato, es necesario definir la posición en el tramo que se viene, lo que sin duda será clave para todo el próximo año. Lautaro propone dos ideas hechas consignas, las cuales deben salir en el acto a su contacto cotidiano con la diversidad popular. Esta son, las siguientes:

¡¡¡ A LA CRESTA LA CONSTITUCIÓN DE PERROCHET Y EL FRACASO CONSTITUYENTE DE LA DEMOCRACIA EUNUCA: POPULARES CON TODO A LA CALLE A VIVIR Y HACER LA REVOLUCIÓN!!!

Aquí dejamos establecido claramente que los y las populares no tenemos nada que hacer en los procesos propios del poder y su democracia eunuca. La derrota es de ellos, no nuestra, nuestras búsquedas, urgencias, sueños, ganas y esperanzas están puesta en los procesos de la Revolución de la felicidad. Que hoy Chile tenga como legado la constitución de Pinochet es asunto y responsabilidad exclusiva de esta democracia. Desde el 16 de noviembre de 2019, un día después del Acuerdo de Paz, nuestra posición como Lautaro ha sido categórica y nos hemos desplegado en razón de ella.

¡¡¡ SEÑORES DEL PODER: MÉTANSE SUS ELECCIONES MUNICIPALES POR EL CULO, AQUÍ VAMOS POR EL CHILE POPULAR YERA!!!

Como venimos diciendo hace un par de meses, cuando constatamos que el poder reconoció anticipada y públicamente su derrota, la maniobra que buscaron fue de teñir el plebiscito con el matiz electoral, principalmente de las próximas presidenciales. Esta ofensiva se enfatizará desde hoy, tomando mayor relevancia en su escenario las Municipales del próximo año. No quepa duda que será un nuevo esfuerzo del poder por tratar de encauzar la rebeldía popular hacia corrientes y disputas institucionalizadas, que tendrá el amén de los sectores de la nueva renovación socialista y lo ciudadano que saldrán a ofertar lo “alternativo”, lo “nuevo” y seguramente redundarán en ese fetiche de las concejalías y alcaldías populares, claro está que obviando por completo el rotundo fracaso de éstas.

Pues ante ese escenario, la provocación de contrapunto de lo propio popular debiese ser que en esas elecciones Municipales, no tenemos nada que hacer, no tenemos nada que hacer en una democracia decrepita, en debacle absoluta, corrupta hasta decir basta…lo nuestro tiene que seguir siendo la Revolución.

Lautaro estará en esa, allí nos puedes ubicar.

Fernando

Secretario General

Lautaro

Movimiento Juvenil Lautaro

18 de diciembre de 2023.-

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