EDITORIAL

2009: la crisis del capitalismo y los atajos.

El bloque dominante está mas convulsionado que nunca, su sistemita ideal que les vendió su papito tíosam y que tanto pregonaban se les derrumba ante sus narices, y están juntándose, conversando y resolviendo que van hacer con nuestras vidas, para que así seamos nosotros los que paguemos la crisis sin darnos cuenta:¡¡ Esta es la crisis del capitalismo, que la paguen los ricos!! 

El gobierno de turno, los empresarios y los economistas expertos están buscando la manera de salvar al mercado, con paquetes de medidas que sólo benefician a sus negocios y a su gente … nos dicen por la tele que hay que tener confianza, nos mandan a consumir, a endeudarnos cada vez más, que Chile está blindado, etc. Puros cuentos, qué sólo   sirven para así reactivar  su economía.

Mientras que en el resto del tercer planeta del sistema solar, sus dueños imperialistas: Los yankis, Europa, los japoneses, los chinos y todos están en recesión, en todo el mundo hay escenario de crisis, generada por los ricos y pagada por todos los pobres del mundo.

La exportación minera, forestal y del salmón, núcleo de la economía nacional, caen. Los despidos masivos y la cesantía suben, los sueldos cada vez más de miseria, sacándose la chucha trabajando y con el temor constante de cuidar la pega, el Transantiago como el champiñon (como la callampa, pero más cara);       La protesta tiene que ser nuestra respuesta, no hay otra. En estos momentos es cuando hay que “faltarle el respeto a los procesos”, que a veces se presentan como lentos y pajeros.

Hoy mas que nunca hay urgencias que atender. Las necesidades populares se están haciendo sentir cada vez con más fuerza. La solución que los poderosos nos dan es ponernos a hacer fila como “ciudadanos”, que cada uno trabaje harto, que cuide la pega,  endeudarse siempre es bueno y nos quieren mandar pa la casa.  Quieren que  transformemos todo lo que es público y político en un asunto privado e individual. Nos quieren sumisos y ordenados.

Por eso… PROTESTA. Que este 2009 sea de protestas, por todo y por todos. Hace rato que el movimiento popular viene creciendo, sindicatos combativos, pobladores (con y sin casa) y estudiantes; hace rato que vienen rompiendo en las calles, pero también hace mucho tiempo que el movimiento popular no cosecha victorias concretas.

Es el año en el que el contacto Rebelde debe ser asunto de miles, donde el pueblo y la clase trabajadora sean protagonistas levantando la iniciativa popular, dándole cuerpo concreto a la fuerza que está claro que tenemos, recuperar nuestras vidas y mandar a la mierda el capitalismo.

Las crisis son atajos que podemos usar para comenzar a escribir nuestra historia, hacer carne el poder popular, el poder del pueblo.

Es el año de los movimientos de clase, de pueblos combativos chatos con las migajas, encontrándonos en la protesta como medio de lucha digno y método para victorias concretas, urgentes, justas y necesarios para los populares.

Muchas veces sucede que se le tiene algo así como miedo y asco a la palabra “reivindicación”. Como que es una palabra sinónimo de amarillo, reformista, poco revolucionario, etc…pero es sumamente importante cosechar esas pequeñas victorias reivindicativas.

En una movilización, en una coyuntura específica no se trata del todo o nada… se trata del ir haciéndonos Fuerza Popular concreta, que sienta, que piense y que actúe golpeando como un puño, como pueblo hecho gigante.

Las revoluciones no se exigen ni se demandan… se construyen, son de pueblos movilizados y concientes por una causa. La reivindicación es para el mejor vivir aquí y ahora, pero también es provocación a luchar, es acumulación de fuerza útil, porque nadie nos estará regalando algo, será fruto de la lucha, si no luchamos nunca llegará… y eso se valora y no se olvida.

El poder este año nos querrá vender la teleserie de las elecciones, con sus discursos afiebrados, chascarros y artistas invitados como el pc y el renovado-renegado arrate, queriéndonos hacer creer que en sus luchas por sus parcelitas de poder se termina la exclusión popular resolviendo nuestros asuntos y necesidades. Por eso ni ahí con sus elecciones.

Como Editorial Popular Lapajarilla ponemos nuestros termómetros a medir en la lucha callejera y en la lucha de ideas. Por esto nuestras ediciones pretenden seguir aportando con este pueblo rebelde que se ha comprometido en su propia liberación.