lunes, 8 de marzo de 2010

COMUNICADO PUBLICO

Como Editorial Popular LaPajarilla, queremos dedicar nuestras primeras líneas a los Solari (Falabella), a Cencosud (Jumbo, Santa Isabel, etc.), a D&S (supermercado de los gringos Walmart), al carismático-aristocrático Somerville, a la Coca-cola y a la Pepsi unidos por esta noble causa, a BancoChile y Santander y, como no, al Sr. Corales de esta gran “cruzada humanitaria”: Don Francisco, quién con voz ronca y pastoril llama a las masas a consumir aquellas marcas que se han puesto a disposición de las 24 horas de la solidaridad, aquellas empresas con “corazón de abuelita” que conmovidas por esta gran tragedia han abierto las puertas de sus locales para que podamos seguir adquiriendo sus productos, así la mano invisible no deja de funcionar y ayudamos a los quienes más lo necesitan. La solidaridad que nos imponen se reduce a que compremos, la lógica del mercado operando como falsa solidaridad.

…Realmente nosotros como editorial estamos profundamente emocionados con este televisivo magno-show del capitalismo que llega a nuestros hogares por la pantalla chica…

Llegó el terremoto y se dejó sentir con sus 8,8 grados comprobando que este progreso que nos ha vendido la concerta y el bloque dominante era de cartón, la modernización se fue al carajo junto con las comunicaciones por unos tres o cuatro días.

Al rato de que pasó el remezón aparece la gordis por los medios llamando a la calma, de que Chile está preparado para estos casos, que sólo hay como seis muertos y que los Tsunami son pura paranoia… siguieron pasando las horas y los días, vimos ciudades aplastadas e inundadas, pueblo sufriendo sin techo, sin agua, sin alimento, sin saber de los seres queridos. La incertidumbre, el hambre, la sed y la angustia hicieron presa fácil de la población. La incompetencia de las autoridades se comenzó a manifestar en su máximo esplendor… hasta que se prendió la idea, ¿por qué no resolvemos nuestras necesidades y urgencias nosotros mismos? Ahí está la histórica y útil herramienta popular: los saqueos, frente a la inoperancia e indolencia de los poderosos, populares masivamente resolviendo sus necesidades.

Fue en esto que recién vimos a los poderosos comenzar a moverse, preocupados se juntaron el gobierno y el futuro gobierno, los milicos, los ladrones de Cencosud y D&S, comité de emergencia le pusieron, y se lanzaron a defender sus intereses… Seguían pasando los días y la ayuda no llegaba…. llegaron periodistas, llegaron los pacos, comenzaron a llegar los ratis, llegaron los milicos, que por cierto no llevaban alimentos, pañales y agua entre sus manos, sus camiones y sus helicópteros. Toque de queda, sólo 6 horas para poder transitar por la vía pública. Imagínense, las casas abajo, sin agua, sin luz, sin comida y pa’ más recacha con la repre encima…

Como Editorial popular La Pajarilla expresamos lo siguiente: No nos hacemos eco de los juicios de moralidad burguesa, que enjuician los saqueos, legitiman los milicos en las calles y se tragan el cerco mediático que disfraza a nuestro pueblo de lumpen, de pillaje. Que de hecho está, en todos lados está, lo vemos en lo cotidiano, lo vemos en nuestras poblas, pero también, lo vemos en el pillaje de las farmacias coludidas, en las constructoras y las inmobiliarias asesinas, en el pillaje sistemático del gobierno y la patronal, que día a día nos saquean a través de la explotación y el consumismo. No estamos ni ahí con su caridad burguesa.

La apuesta, el llamado es que sólo el pueblo ayuda al pueblo, solidaridad de clase, en este sentido es necesario realizarnos una autocrítica como organizaciones populares subversivas. Si bien el terremoto develó la ineptitud y el desinterés del bloque dominante por las vidas populares, también se evidencia nuestra lenta capacidad de reacción y lo mucho que nos queda por hacer.

Por último una reflexión de Lenin para darle una vuelta de tuerca a aquello del saqueo y las ganas populares actuales.

El marxismo admite las formas más diversas de lucha; además, no las "inventa", sino que generaliza, organiza y hace conscientes las formas de lucha de las clases revolucionarias que aparecen por sí mismas en el curso del movimiento. El marxismo, totalmente hostil a todas las fórmulas abstractas, a todas las recetas doctrinas, exige que se preste mucha atención a la lucha de masas en curso que, con el desarrollo del movimiento, el crecimiento de la conciencia de las masas y la agudización de las crisis económicas y políticas, engendra constantemente nuevos y cada vez más diversos métodos de defensa y ataque.[1]

¡¡¡ Fuerza Chile Popular: Vamos Pueblo !!!



[1] Lenin y la insurrección, artículos escogidos. Art. “La Guerra de Guerrillas” Editorial Popular LaPajarilla. Pág. 5

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